“Las entidades públicas no están facultadas para establecer precios”

Esta historia es parte del especial “Intermediación, precios y consumidor” de Diario Libre, realizado por Mariela Mejía y Joaquín Caraballo.

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La Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) se promueve como una defensora de la producción agropecuaria nacional y como representante de los intereses de los productores en sus relaciones con los poderes del Estado.

“Procuramos mejorar el entorno institucional, la competitividad en los mercados nacionales e internacionales, la soberanía y seguridad alimentaria, en un marco de sostenibilidad ambiental, económica y social”, dijo a Diario Libre su presidente del Consejo de Directores, Luis Bonilla.

El ejecutivo también respondió otras preguntas hechas por este periódico sobre la situación de la producción local y el impacto de la intermediación en los precios de los alimentos.

—¿Cuánto se invierte anualmente para incentivar el campo y cuáles organizaciones colaboran?

La Junta Agroempresarial Dominicana realiza una inversión anual de 149 millones de pesos para apoyar a los productores agropecuarios y agroindustriales.

—¿Cuáles son las zonas del país de mayor producción agrícola y cuáles son las más amenazadas por bichos, insectos y enfermedades?

La producción agropecuaria de República Dominicana se distribuye en toda la geografía nacional, haciendo uso de aproximadamente el 39 por ciento de todo el territorio para estas actividades.

De forma global, la actividad agropecuaria aporta aproximadamente el 5.2 por ciento del valor agregado de la economía anualmente, facilita las exportaciones de productos dominicanos por más de 2,300 millones de dólares, produce más de 400 mil empleos y contribuye con la seguridad alimentaria.

Esta importante contribución social y económica es el resultado de la producción diversificada de numerosos productos agrícolas y pecuarios que se ejecuta en el entorno edafoclimático más apropiado. Citemos algunos ejemplos.

La región Noroeste genera importante producción de banano, arroz, leche y frutos menores.

La región del Cibao Central produce la mayoría del arroz, tabaco, una proporción importante de plátanos, vegetales, cerdos, pollos y huevos.

La región Sur cuenta con una significativa producción de plátanos, aguacate, mango, tomate, café, cebollas y habichuelas.

La región del Nordeste produce importantes cantidades de arroz, cacao, leche y coco.

La región Este produce significativa ganadería de carne y leche, caña de azúcar, cítricos y otros.

Cada producto es atacado por plagas particulares que afectan la producción, por lo que se asiste y capacita de forma constante en las mejores prácticas de Manejo Integrado de Plagas a los productores agropecuarios para combatir estas dificultadas de forma eficiente, sostenible y que garantice la inocuidad de la producción.

—¿Qué le hace falta al campo dominicano para que pueda abastecer la demanda de productos agropecuarios del país?

El país se encuentra en una posición privilegiada en términos de los niveles de autosuficiencia alimentaria de los que disfruta la población.

Alrededor del 85 por ciento de los productos agropecuarios de canasta básica que consume el país se producen localmente, lo que contribuye de forma significativa a la estabilidad social provista por un buen estado de seguridad alimentaria.

Existen oportunidades de crecimiento en el sector agropecuario que pueden generarse por el incremento de la producción local de esos bienes que se adquieren en mercados internacionales. La introducción de nuevos productos con posibilidad de producción local y vocación exportadora y por la integración de la producción agropecuaria en otras cadenas de valor como el turismo, la agroindustria, la farmacéutica, textil, entre otros.

Para lograr estos incrementos en la producción se hace necesario seguir ampliando el crédito dirigido al sector agropecuario, introducción de nuevas tecnologías que permitan el incremento de la productividad, la tecnificación de las actividades agropecuarias y el fortalecimiento de la sanidad agropecuaria.

—¿Qué necesita la producción nacional para poder competir con los mercados que están dentro del DR-CAFTA?

La producción nacional debe continuar esforzándose por elevar los niveles de productividad, lograr la reducción de los costos de producción, reducir los costos de acceso a tecnologías productivas, masificar la tecnificación de las actividades agropecuarias.

El país debe apostar a seguir ampliando su capacidad exportadora. Un país que exporta y conquista mercados internacionales es un país capaz de competir en el mercado local.

—Dentro de los eslabones de la cadena de producción, se señala a los intermediarios como uno de los elementos que inciden en que los productos lleguen más caros al consumidor final. ¿Cuáles medidas puntuales pueden tomarse para evitar la intermediación?

Es necesario resaltar que la República Dominicana cuenta con un sistema económico de libre mercado en el que el precio es el resultado de un equilibrio entre la oferta y la demanda.

Las entidades públicas no están facultadas para establecer precios y, en muchos casos, los intermediarios pueden contribuir positivamente en el desarrollo de los mercados.

En el caso de distorsiones de mercado, que pueden ser generadas por intermediarios u otros actores y factores, deben implementarse políticas públicas de corrección, para asegurar que se respeten las reglas del comercio.

En la aplicación de políticas que salvaguardan las buenas prácticas comerciales, el Estado tiene a su alcance entidades oficiales como Pro Consumidor, Ministerio de Industria y Comercio, Ministerio de Agricultura, Inespre, Pro Competencia y Consejo Nacional de Competitividad, entre otras.

Se debe mantener un monitoreo permanente del desarrollo de los mercados de productos alimentarios a nivel nacional y debe facilitarse el flujo de informaciones de mercado a todos los actores de la cadena de suministros relacionada al sector agropecuario.

El acceso a la información oportuna permite una mejor toma de decisiones y aumenta la capacidad de negociación de los productores.

De igual manera, debe facilitarse el acceso directo de productores a mercados, así como contar con planes de contingencia que permitan al Estado asumir un rol de oferente o demandante en un momento de necesidad de estabilizar el desarrollo de un mercado específico.

—¿Cómo ven el impacto del Merca Santo Domingo en materia de reducción de costos de los productos?

El Merca Santo Domingo es de alta importancia estratégica para la provincia Santo Domingo en términos logísticos y de garantía estable de suministro de alimentos a la población capitaleña.

El crecimiento de la población registrada en las últimas décadas en los centros urbanos demanda el desarrollo de infraestructuras de mercados integradas, organizadas, seguras e higiénicas que permitan a la población contar con los alimentos necesarios.

Como todo mercado mayorista, el Merca ha venido ampliando su participación en la colocación de bienes agropecuarios en los centros de consumo masivo y en las zonas turísticas del país.

—¿Por qué los productos en los supermercados son mucho más costosos que en otros puntos de venta?

Los supermercados cuentan con requerimientos particulares en términos de diferentes características de los productos, emplean equipamientos y estructuras que incrementan los niveles de costos y presentan un alto nivel de rotación de productos por condiciones descartables.

Estas pueden ser algunas de las razones que incidan en las diferencias de precios que se observan en estos puntos comerciales.

—Consumidores reportan un incremento en los precios de los productos en esta pandemia. ¿A qué se debe esta alza?

Los precios de productos agropecuarios observados en puntos de ventas responden a una dinámica de alta disponibilidad o escasez, mientras que los costos de producción pueden incidir en la decisión de un agricultor en producir un bien determinado sin incidir en el precio necesariamente.

En las circunstancias actuales, en las que la pandemia ha afectado los hábitos de consumo de la población y los negocios, las alzas de los precios de los alimentos se deben a múltiples factores, en los que las restricciones de movilidad han afectado los esquemas de producción y distribución de los productos.

El precio de un bien sube cuando hay escasez y/o cuando por factores de mercado, se especula con los mismos. En la situación actual, sin embargo, debe destacarse la ocurrencia de fenómenos naturales, como la tormenta Laura, que impactó más de 50 mil tareas de plátanos en el sur del país o la sequía recurrente que hemos confrontado y que, ahora, después de 2 años y 6 meses, comienza a ceder.

Mariela Mejía

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Editora de Economía y docente de periodismo. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos.