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Amadeo Barletta: el “Caballero del Trabajo” (1894-1975)

Extracto del escrito de Bernardo Vega, exgobernador del Banco Central, contenido en el libro “El Legado Italiano en República Dominicana. Historia, Arquitectura, Economía y Sociedad”

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Amadeo Barletta: el “Caballero del Trabajo” (1894-1975)
Amadeo Barletta en su oficina de Cuba en los años 40, con detrás una imagen del pueblo de origen de la familia Barletta: San Nicola Arcella, Italia. (MIGUEL BARLETTA)

Amadeo (en italiano Amedeo) Barletta Barletta nació en 1894 en la pequeña aldea de San Nicola Arcella, Cosenza, en Calabria. En 1912, con apenas 17 años de edad, emigró a Puerto Rico desde donde ocho años después, en 1920, se trasladó a Santo Domingo. Aquí logró la representación de la General Motors, creando la Santo Domingo Motors, involucrándose, además, en un negocio de producir cigarrillos.

Según el censo de 1935, habitaban en la República Dominicana 391 italianos. En adición, se estimaba que entre 100 y 400 personas adicionales descendían de italianos. Estaban concentrados en Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata. Su apoyo al fascismo de Mussolini fue bastante tibio, aunque el partido fue organizado localmente en 1926. Entre sus principales dirigentes estaba Amadeo Barletta.

Un año después del advenimiento de Trujillo al poder, en febrero de 1930, Barletta se comprometió con apoyar esfuerzos por parte de dominicanos hostiles a la dictadura, pero exilados, para conseguir rifles; algo que, sin embargo, no logró. En abril de 1935 Barletta fue arrestado y el 4 de mayo condenado a cuatro años de prisión. Para esa fecha Trujillo había adquirido las acciones pertenecientes a un ciudadano alemán, Richard Sollner, en la Compañía Anónima Tabacalera.

Barletta, quien era cónsul honorario de la Italia fascista, desde hacía tiempo era accionista minoritario (45%) de otra empresa competidora, la Compañía Tabaquera Dominicana. El accionista mayoritario era la empresa norteamericana Penn Tobacco Company de Filadelfia. En resumen, Barletta se había convertido involuntariamente en competidor de Trujillo en negocios, cosa que Trujillo usualmente no permitía. En efecto, muy pronto Trujillo envió un emisario a Barletta pidiéndole que vendiera la Compañía Tabaquera a su competidora, la Tabacalera, por un monto de dinero muy reducido. Ante la negativa, la reacción fue el encarcelamiento de Barletta bajo la acusación de estar implicado en un complot contra Trujillo que había sido descubierto hacía pocas semanas y donde estuvieron involucrados varios empresarios.

La General Motors envió a uno de sus funcionarios, de apellido Todd, para ver cómo podían ayudar a Barletta, coincidiendo con la creación de una ley que de hecho daba al gobierno el control de todos los negocios de Barletta, pues el Estado administraría todas las empresas pertenecientes a personas acusadas de complotar contra el presidente. Como resultado de un boicot contra los cigarrillos de la compañía de Barletta, esta había tenido que suspender sus operaciones; además, fue sometida a la justicia por supuesta violación a la ley sobre patentes.

El 22 de abril el Departamento de Estado instruyó a su Ministro en Santo Domingo entregar una nota a la Cancillería dominicana quejándose del boicot y en respuesta la Cancillería negó permiso a Todd para visitar a Barletta.

El 15 de mayo el «New York Times» sacó los siguientes titulares: «Italia amenaza a Santo Domingo. Le informa a Washington que un barco de guerra será enviado si el cónsul no es soltado. El atraso enfurece a Mussolini». Agregaba que el embajador italiano en Washington había informado al Departamento de Estado sobre esos planes. Dos días antes de aparecer esa noticia en el periódico, el secretario de Estado Cordell Hull en persona acompañado por el subsecretario Sumner Welles habían hecho llamar a su despacho al ministro dominicano Rafael Brache, entregándole una nota diplomática donde el Gobierno norteamericano manifestaba «su seria preocupación por el tratamiento que en meses recientes se le había dado a ciertos ciudadanos norteamericanos y a ciertos intereses norteamericanos por parte del gobierno dominicano».

El 21 de mayo, bajo instrucciones, el Ministro norteamericano visitó a Trujillo, quien estaba acompañado por el Ministro Brache. Trujillo le explicó al Ministro «que estaba en la mejor disposición de satisfacer a los Estados Unidos en cualquier forma», agregando que los cargos contra Barletta serían retirados y que Arturo Logroño sería sustituido como Canciller. El Ministro norteamericano reportaría: «Cuando salí, Trujillo parecía que estaba en un estado de extremo agotamiento y mostraba pocas evidencias de su acostumbrado orgullo y austeridad. Parecía que estaba gravemente preocupado de que el gobierno de los Estados Unidos hubiera tenido que tomar la acción que tomó». Ese mismo día Trujillo también se reunió con el Ministro italiano.

En conclusión, Barletta fue excarcelado por las presiones norteamericanas e italianas, ejercida la última a través de los propios norteamericanos. El enviar un barco de guerra europeo al Caribe hubiese sido una violación de la Doctrina Monroe.

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Puede seguir leyendo el artículo completo consultando la página Ciaosantodomingo.com

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