Derribando mitos sobre la frecuencia sexual

Hay que acabar con hablar del sexo como si fuera una fórmula, una cantidad exacta o una meta para competir. A la hora de hablar de la frecuencia sexual en una pareja no hay términos correctos o incorrectos.

En un mundo comandado por mandatos, la frecuencia sexual parece responder a otro mandato más. Pero lo cierto es que la frecuencia adecuada es la que establecerá cada pareja, será aquella con la que se sientan cómodos.

¿Pero qué se hace cuando la frecuencia es una preocupación? Si esto es un malestar en una pareja, lo ideal es consultar con un terapista sexual. Estos desencuentros pueden causar ansiedad, angustia y bajar la autoestima, ya que esto repercute en la seguridad de cada persona.

Es común que la frecuencia sexual se modifique a lo largo de los años. Por qué no habría de hacerlo si nos sucede de igual manera con nuestros gustos y costumbre, ¿verdad? También hay cambios en nuestros cuerpos y en nuestra respuesta sexual.

Consejos para reavivar el deseo: retomar los besos apasionados. Tener citas, incluso dentro de casa. Enviarse mensajes eróticos durante el día. Generar encuentros que no necesariamente incluyan la genitalidad.

Recuperar besos, abrazos y caricias, disfrutando de esos momentos de conexión. Generar espacios de intimidad.

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