Incapacidad para entender

Una de las principales causas de frustración de todos los que deben tomar decisiones o plantear sugerencias para el mejor funcionamiento de la sociedad dominicana en todas sus vertientes, es la incapacidad demostrada por muchos líderes para entender la extensión de los problemas y aceptar los resultados de las propuestas.

En sentido general, cualquier propuesta por sensata que sea, es recibida con rechazo instantáneo y con cuestionamientos a la persona u organización que la presentó. Es el famoso síndrome del “gancho” de que hablara el recordado Dr. Antonio Zaglul.

Creada esa primera percepción, es muy difícil cambiar la idea formada.

Esto explica, aunque no lo justifica, por qué tantas decisiones se toman a escondidas y solo se dan a conocer cuando son hechos cumplidos.

Tomemos el caso de la cesantía. Para los sindicalistas, es un bono por la terminación del trabajo. Para los empresarios, es una carga, pues lo indispensable es garantizar a esa persona que pierde su trabajo, un seguro de empleo hasta que consiga colocarse de nuevo.

Los sindicalistas dicen que debido a los bajos salarios, la cesantía es el único ahorro que tiene un trabajador al ser cesanteado, que le permitiría hasta iniciar un negocio propio. El empresario diría que es un premio a un trabajador malo que hay que cancelar.

Es evidente que estos son argumentos plausibles que se pueden discutir razonablemente, así como otros relativos al ambiente económico nacional y mundial. Menos desconfianza y un poco de empatía, generosidad y sentido de futuro nos haría mucho bien.

Adriano Miguel Tejada