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Los taínos y la realidad aumentada

Desde el punto de vista literario, histórico, textual, para decirlo de alguna forma, es, a mi entender, la obra cumbre de Manuel A. García Arévalo, un admirado, ferviente y constante estudioso de la presencia de nuestros aborígenes en la historia.

República Dominicana debe estar entre los países de la región –Caribe y Centroamérica- y, posiblemente, más allá, donde el libro de colección, o de lujo como suele denominársele, constituye una sección relevante dentro de su bibliografía. Libros hay, en otras geografías, donde existen joyas de edición, trabajos de diseño que son auténticas obras de orfebrería editorial. En países donde existe la industria del libro suelen ser premiadas estas ediciones excepcionales. Tengo algunas que habitan en los anaqueles de mi biblioteca, pero entre ellas tengo dos como mis preferidas: “Los tesoros de Leonardo da Vinci” (Matthew Landrus, Círculo de lectores, 2005) y “La edad de oro del viaje en tren” (Patrick Poivre d’Arvor, Círculo de lectores, 2006). Entre los dominicanos, tengo igualmente dos que los convierten en alhajas bibliográficas de carácter monumental, no tanto por las dimensiones físicas sino también por los extraordinarios diseños, calidad de impresión y valor textual y documental: “La ciudad del Ozama. 500 años de historia urbana” (Eugenio Pérez Montás, Patronato de la Ciudad Colonial, 1998, en tres idiomas, con diseño de Lourdes Periche) y “Mañana te escribiré otra vez”, con las cartas entre Manolo y Minerva (Minou Tavárez Mirabal, Fundación Hermanas Mirabal, 2013, con diseño de Irina Miolán).

Pero, la bibliografía dominicana tiene un amplio caudal de libros de colección, imprescindibles en cualquier estamento editorial que se respete. Suelo adquirir estos joyeles de distintos países y percibo que las ediciones nuestras de ese nivel no sólo pueden colocársele al lado sin problema alguno, sino que, en muchos casos, superan a las extranjeras. Sólo en la bibliografía de las artes plásticas, incluyo la fotografía, hay un acervo primoroso.

Estas ediciones de lujo suelen implicar costos muy altos, por lo cual debemos agradecer a unas pocas instituciones o empresas de alto nivel que hayan publicado –en unos casos, tiradas únicas; en otros, con tiradas de circulación anual- estos libros de tan apreciado valor, propias de países con mayoría de edad en términos editoriales. Entre esas entidades, cuyos libros de colección son espera obligada de cada año, figura el Banco Popular, que probablemente es quien posee la más abundante bibliografía de lujo del país, un obsequio de fin de año que enriquece a cualquier biblioteca, multiplica el saber en ediciones exquisitas y decora las salas de muchos hogares. Los libros de este tipo tienen una utilidad múltiple.

El más reciente del Banco Popular es Taínos. Arte y Sociedad, de la autoría de Manuel A. García Arévalo. Desde el punto de vista literario, histórico, textual, para decirlo de alguna forma, es, a mi entender, la obra cumbre de Manolito –como le llaman sus amigos- un admirado, ferviente y constante estudioso de la presencia de nuestros aborígenes en la historia, investigador pertinaz sobre el tema, coleccionista de museo propio, y una referencia obligada cuando hay que hablar de nuestros aborígenes. Como investigador serio, consulta fuentes diversas, entre ellos a sus colegas historiadores que manejan el asunto y logra el respaldo de especialistas variados que, cada uno en su terreno, terminan conformando una obra de gran alcance y elevados méritos.

Existe una bibliografía sobre los taínos de indiscutible provecho, tanto nuestra como proveniente de otros lares. El propio García Arévalo participó en años recientes en una obra colectiva sobre el tema junto a Abelardo Jiménez, Adolfo López, Bernardo Vega y Marcio Veloz Maggiolo. Manolito, de por sí, es un reincidente en el tema pues también hizo publicar otro libro, hace pocos años, con las joyas del arte taíno. Frank Moya Pons es un pionero de la materia, pues cuando todavía el color no había sentado raíces en la impresión y todo se manejaba en blanco y negro, publicó un libro precursor sobre el arte taíno con la colaboración de Onorio Montás y Pedro José Borrell. El más reciente que recordemos de Moya Pons –cuyo libro sobre la “Invasión y Conquista de La Española” es fundamental en el tema- enfoca el debate demográfico en los taínos, un texto que recopila pareceres principalmente de investigadores extranjeros, donde Frank junto a Rosario Flores figura como editor. Habría que mencionar, sólo como muestras de un más amplio acopio, los libros de Milton Olivo sobre “El secreto taíno” (2006) y de Sebastián Robiou Lamarche sobre la mitología taína, publicado en Puerto Rico (1992).

La obra de García Arévalo prácticamente resume magistralmente todo lo que se ha dicho y escrito sobre los taínos, amplificando su trascendencia y dinamizando su evaluación histórica. El autor parte desde la mención introductoria de los indígenas antillanos, se interna en el poblamiento de las Antillas, pasa a examinar el periodo agroalfarero, para luego destinar su mayor énfasis evaluativo en los aspectos definitorios e identitarios de la cultura taína, desde sus características, su ubicación geográfica, sus actividades productivas, su organización social y política, sus creencias, cultos, ídolos, iconos, lenguaje, símbolos y su industria. Se dedica un apartado al arte taíno y al legado indígena. La obra, vasta y que completa y concluye años de interés en el tema, está escrita a caballo entre un lenguaje accesible para cualquier lector y el rigor científico que un tipo de estudios como éste no puede soslayar, sobre todo frente a la comunidad investigativa.

Empero, independientemente de los valores del texto, la belleza del diseño de Jimmy González y la impresionante calidad de las fotografías de Víctor Siladi, entre otras colaboraciones sustanciales, Taínos, arte y sociedad se convierte en un acontecimiento editorial por la inserción, por primera vez en la bibliografía dominicana, de la realidad aumentada, una aplicación móvil que bajo el título MIRA (Mi Realidad Aumentada) el Banco Popular ha dispuesto para este libro de García Arévalo como un plus que abre caminos a la edición en el campo de la tecnología digital y con el uso del teléfono inteligente. Un blog publicado por la referida entidad bancaria define esta experiencia, desconocida para muchos hasta el momento, del siguiente modo: “La realidad virtual es una simulación virtual de un espacio nuevo que puede ser similar o diferente al mundo real. La realidad aumentada permite superponer elementos virtuales interactivos sobre el mundo real que nos rodea, utilizando nuestros dispositivos móviles. La realidad mixta es una combinación de ambas, donde se fusiona el mundo físico con el mundo digital”. En ese mismo blog leemos –los que estamos obligados a recibir explicación por no ser peritos en estos asuntos- que la realidad aumentada, existente desde hace décadas, sólo ha sido posible implementarla ahora gracias a los móviles inteligentes de nuestros días, por lo que se estima que para el año 2023 “habrá alrededor de 2.5 miles de millones de dispositivos con capacidad para usar realidad aumentada”. Será vital en el futuro en salud, educación, turismo, negocios inmobiliarios, mercadeo, entretenimiento, aeropuertos, museos y en la venta al detalle o retail. Y, en especial, tiene un fondo didáctico pues permite a los peques de la casa, y a los escolares, ampliar visualmente el contenido de los programas educativos.

Situándose como un instrumento fundador en la bibliografía dominicana, a través del libro de García Arévalo, la realidad aumentada de la app móvil MIRA del Banco Popular permite a los lectores disfrutar una novedosa experiencia al internarse, por ejemplo, en la Cueva de las Maravillas, el Parque Nacional Los Tres Ojos o el museo taíno de García Arévalo. Pero, al mismo tiempo, podrá tener casi en las manos, cerca de sí, al cemí de la cohoba o el de tres puntas, ver a los taínos realizar sus labores agrícolas, navegando en sus canoas, jugando pelota o bailando un areíto, a más de otras variadas ilustraciones que se activan con esta aplicación. El acontecimiento editorial con que se inaugura este 2020, la realidad aumentada aplicada en un libro dominicano en función de estreno, anuncia sin dudas una nueva manera de aprovechar y amplificar los conocimientos, abriendo una etapa que mira hacia el futuro en el libro dominicano. Una publicación sin precedentes. Un hito en nuestra historia bibliográfica.

Este libro se presentará el próximo lunes 20 en Casa de América, de Madrid, en el marco de FITUR 2020.

TEMAS -

José Rafael Lantigua, escritor, con más de veinte libros publicados. Fundador de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española. De 2004 a 2012 fue ministro de Cultura.