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Prometer es sencillo

El presidente Luis Abinader hizo su primera rendición de cuentas al país el sábado pasado, en un discurso que estuvo repleto de un positivismo y promesas de proyectos que, al concluir y con el paso de los días, me ha llevado a formularme una pregunta fundamental: ¿cómo lo va a lograr?

Abinader destacó logros de su administración que han sido innegables, como la adquisición de vacunas cuando nadie las ha podido comprar en masa, la lucha contra la corrupción, el reenfoque del gasto público, entre otros más. Llegó a tal compromiso que puso una fecha límite al proceso de vacunación y adelantó que para junio tendrá vacunada a un 80 por ciento de la población. Incluso, se atrevió a asumir el proyecto de construir una verja divisoria en la frontera con Haití y fortalecer relaciones con China. Dijo que sus principales objetivos son poner bajo control la pandemia y reactivar la economía, específicamente el turismo, además de asumir la construcción de diversos proyectos de infraestructura y muchas cosas más.

Al final de escuchar su discurso me pareció que era uno más, con la misma tónica que se usa en ese tipo de mensaje por todos los jefes de Estado, sea en Puerto Rico, Estados Unidos, Cuba o toda América Latina. Un momento para que el presidente luciera sus capacidades de oratoria y llenara el aire de buenas noticias, dado que la noche anterior destituyó a su ministro de Salud en medio del inicio masivo del proceso de vacunación.

Como es típico, en ese discurso no se ofreció la respuesta al cómo se va a lograr esta amplia lista de promesas, más bien Abinader se limitó a explicar qué se propone hacer y por qué es necesario hacerlo, en algunos casos.

Esa estrategia de discurso es buena, muy populista, pero me dejó en el aire la pregunta de cómo lo conseguirá, sobre todo, cuando el país no está financieramente en posición de lucirse cogiendo prestado. ¿Cómo lo va a lograr?, es lo que me pregunto. Prometer es sencillo, lo difícil es materializar lo que se promete, y ahí estará el reto de Abinader, que se puso la vara muy alta, por lo que sus asesores debieron cuidarlo y advertirle del peligro de no caer presa de sus propias promesas.

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Periodista puertorriqueño y Subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue Director Asociado.