¿Es realmente República Dominicana el país con mayor bienestar mental del mundo?

Un informe reciente realizado por un grupo de expertos con sede en Estados Unidos y publicado en Sapien Labs colocó a República Dominicana en el primer puesto de países con mayor bienestar en términos de estado de ánimo, perspectiva de vida y autoestima. 

En un momento en el que profesionales del área advierten sobre una crisis de salud mental en el país, por el incremento de la demanda de estos servicios, el resultado del informe ha sido motivo de debate.

¿Es realmente República Dominicana el país con mayor bienestar mental o esta aseveración no se corresponde con la realidad? 

Para el médico psiquiatra Edison Rodríguez, antes de emitir una opinión a favor o en contra del planteamiento que hacen los investigadores, es necesario tener claros algunos aspectos sobre el estudio.

“Lo primero es que ellos toman el concepto de bienestar emocional de la OMS, no el concepto clásico de felicidad o de satisfacción”, asegura el profesional de @lotuscentrointegral. “Ellos tomaron en cuenta la tolerancia, la resiliencia y la capacidad para afrontar las problemáticas del día a día”.

En más de una ocasión hemos escuchado que el dominicano se adapta a lo que venga. Este estudio viene a validar esa afirmación con la que coincide la psicóloga Iris Castillo. “El dominicano es resiliente y conserva mucha inocencia si se le compara con otras ciudadanías”, manifiesta.

La resiliencia es el proceso de enfrentar de forma positiva las adversidades y los eventos estresantes; es la capacidad de transformar los factores adversos en elementos de fortalecimiento y estímulo.

Ser resiliente no quiere decir que no se experimente malestar o sufrimiento emocional, pero sí que se pueden encontrar salidas y transformar positivamente las situaciones adversas, aunque haya malestar y sufrimiento emocional. 

Para Rodríguez, la diversidad de la cultura dominicana y la migración nos han llevado a desarrollar esa capacidad de adaptabilidad y resiliencia. “Nosotros nos hemos adaptado a uno de los estresores más grandes, que es la migración. El dominicano cae donde sea y cae parado”, sostiene.

Ahora bien, los mecanismos de defensa ante situaciones de adversidad o estrés no siempre juegan un papel positivo. “La capacidad de obviar la situación de salud mental no necesariamente ayuda a largo plazo”, dice el psiquiatra.

Castillo coincide y agrega que mecanismos como la negación, la represión de emociones y la alexitimia, que es la incapacidad de reconocer o describir las emociones o los sentimientos propios, suelen caracterizar al dominicano que acude a consultas psicológicas.

Lo que se ve en consulta no define a la población

Que ha habido un aumento en la población que demanda atención de salud mental es un tema que no está en discusión para los expertos.

Indicadores que se ven en su ejercicio profesional como violencia intrafamiliar o consumo de alcohol y otras sustancias, hacen que para Castillo sea difícil creer que República Dominicana sea el país con más alto nivel de bienestar emocional.

Sin embargo, Rodríguez defiere y asegura que lo que se ve en consulta no debe tomarse como referencia de qué tan bien o mal está el país en ese aspecto.  

“El consultorio de un psiquiatra o un psicólogo no es una fuente fidedigna para determinar el nivel de bienestar emocional o de felicidad en una población”, explica. “Nosotros estamos sesgados, porque única y exclusivamente recibimos en nuestro consultorio personas que tienen una problemática”.

Qué hay que mejorar

Para los profesionales consultados, el hecho de que República Dominicana haya liderado el informe no indica que no haya temas a mejorar en el ámbito de la salud mental. Al contrario, el debate que se ha generado en torno a él debería servir de motivación para buscar soluciones a los problemas existentes. 

“Tenemos muy buen recurso humano en salud mental, pero no tenemos una adecuada organización interinstitucional, no sabemos en qué están capacitados, cuáles son sus acreditaciones, cuál es su disponibilidad laboral. Necesitamos esa información para poder tener una red que funcione”, dice Rodríguez. 

Y concluye: “Necesitamos iniciativas que sean más prácticas y aplicables, sin tanta burocracia para poder identificar los recursos humanos especializados e identificar las poblaciones vulnerables que necesitan acceso a esos recursos y hacer el pareo”.

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Laura Ortiz Güichardo

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Periodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.