La Orquesta Sinfónica Nacional celebra su segundo concierto de la temporada

Este próximo miércoles 1 de septiembre continúa la temporada Sinfónica de la OSN con su segundo concierto. Hay que agradecer a todos los que han hecho esta temporada posible, el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Bellas Artes, Fundación Sinfonía, Claro, Banco Popular y otros muchos que han colaborado para hacer que disfrutemos de esta feliz realidad.

En este segundo concierto estará al frente de la OSN, Santy Rodríguez, el joven director asociado de la Orquesta, al que hemos visto crecer y madurar en cada una de sus presentaciones. La solista será la pianista yugoeslava, radicada en nuestro país, de sólida carrera, como concertista y maestra, seria, estudiosa, y admirada, Jasmina Gavrilovich.

El programa, atractivo y variado, mezcla tres obras completamente diferentes. Inicia con una obra de Ramón Antonio (Papa) Molina, extraída de nuestro más puro folclore. “Tres Imágenes Folclóricas para Orquesta Sinfónica”. Molina, uno de los músicos dominicanos de más reconocida trayectoria, de exquisito gusto, tuvo una larga y productiva carrera, tanto en el ámbito popular como en el clásico. Nunca se envaneció de sus triunfos y premios, que fueron muchos, su gran orgullo sus hijos. Esta noche se le dedica a él.

La obra inicia con Los Congos de Villa Mella, el segundo tema misterioso y siniestro es La Muerte de Mande, donde escuchamos los atabales, el tercer tema es el merengue Monte Adentro. El propio autor dijo en una ocasión que esta obra está basada en los temas de la cofradía Los Congos de Villa Mella. Los temas se exponen de forma simultánea concluyendo con Monte Adentro. El triunfo de la fe y la esperanza.

Concluida la obra de Molina, pasamos al Concierto para piano Nº 23. de W. A. Mozart. Los conciertos para piano de Mozart son ejemplos, como toda su enorme obra, del más puro genio musical. En torno a su figura se tejen muchas leyendas, indudablemente su vida fue fascinante. Compuso su Concierto para piano Nº 1 cuando tenía once años y Nº 27 cuando estaba cerca de la muerte a la edad de treinta y cinco. También compuso sinfonías, operas, música de cámara. El concierto para piano Nº 23 no es una excepción, un gran favorito de orquestas y solistas, rebosa alegría, lirismo, ternura y melancolía. Su sencilla instrumentación y lo diáfano de sus temas son parte de su encanto. Sus tres movimientos destilan enorme lirismo: “Alegro”, “Andante” y finalmente el “Presto”, que contiene pasajes llenos de virtuosismo para lucimiento del solista; Jasmina sin duda nos deleitará. La simplicidad de los efectos es el secreto de la maestría del compositor. Los conciertos para piano de Mozart en su edad madura, acercándose al final, crean mundos propios, como solo un genio puede lograr.

Sir Edward Elgar (1857-1934) es considerado el padre de la música británica moderna. Las Variaciones Enigma son consideradas su obra maestra, se componen de 14 temas. Elgar compone Enigma a la edad de cuarenta y dos años. Dedicó las variaciones a sus amigos y forman una secuencia irresistible de diferentes caracteres, culminando en el autorretrato conmovedor del compositor. El truco de cualquier conjunto de variaciones es el delicado equilibrio entre la repetición (para que el oyente mantenga la conciencia de la idea musical) y la variedad (para que el oyente permanezca desviado).

Constituyen un ingenioso juego de identidades ocultas y guiños privados a sus amigos que, si bien en su momento dejarían tan intrigado como admirado al público, irían desvelándose con el tiempo. Algunos secretos quedaron deliberadamente en el tintero, como si el viejo maestro inglés hubiera querido que su obra conservara para la eternidad cierta aureola de misterio.

Las Variaciones también tratan sobre la calidez de los sentimientos, la melodía y un vivo humor e incluso una palabra pasada de moda hoy en día, nobleza.

Nos vemos el próximo miércoles 1 de septiembre en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito. No se lo pierdan, aplaudamos la Temporada y la maravilla de escuchar música en la sala de conciertos.

Carmen Rita Malagón

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Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.