Biden promociona su ayuda a la vacunación mundial a medida que aumenta la variante delta

Estados Unidos distribuyó en el exterior más de 100 millones de dosis de vacunas contra el COVID, superando a todos los demás países juntos, dijo el martes el presidente Joe Biden al marcar sus esfuerzos contra el avance mundial de la altamente contagiosa variante delta.

El anuncio, que sigue al logro tardío de Biden de aplicar al menos una dosis de la vacuna al 70 % de la población adulta, marca “solo el comienzo” de los esfuerzos de Estados Unidos para ayudar al mundo a combatir el COVID-19, dijo la Casa Blanca.

“Hasta el día de hoy, hemos enviado más de 110 millones de dosis a 65 países”, dijo Biden en un discurso.

“Estas entregas de vacunas estadounidenses son gratuitas. No las estamos vendiendo”, añadió. “No hay favoritismos ni compromisos adjuntos. Lo hacemos para salvar vidas. Nada más”, afirmó.

El coronavirus ha matado al menos a 4.2 millones de personas desde su aparición en China a fines de 2019, y Estados Unidos, con más de 613,000 muertos, es la nación del mundo con más decesos.

La disponibilidad de vacunas hizo que el número diario de nuevos casos se redujera drásticamente en muchos países en los últimos meses, pero la variante delta, altamente contagiosa, impulsa el aumento de las infecciones.

Washington despachó 111.7 millones de dosis, mayormente a través del sistema de distribución internacional Covax, pero también en conjunto con organizaciones como la Unión Africana o la Comunidad del Caribe (Caricom).

Países receptores

“Según las Naciones Unidas esto es más que las donaciones” de todos los demás países juntos, dijo Biden.

Entre los mayores receptores se cuentan Indonesia, Filipinas, Colombia, Vietnam, Bangladesh, Pakistán y Sudáfrica.

A partir de fines de este mes, Estados Unidos enviará 500 millones de dosis de la vacuna de Pfizer que prometió comprar y donar a 100 países de bajos ingresos.

En América Latina, además de Colombia (6 millones de dosis) recibieron dosis Guatemala (4.5 millones), México (4.04), Argentina (3.5), Brasil, El Salvador y Honduras (3 millones cada uno), Paraguay, Perú y Ecuador (2 millones cada uno), Bolivia (1 millón) y Costa Rica, Haití, Panamá y Uruguay (con 500,000 o más cada uno).

Biden volvió a pedirle a los estadounidenses que se vacunen. Advirtió que el virus “se mueve como un incendio forestal en la comunidad no vacunada”.

A medida que aumentan los casos en Estados Unidos, la campaña de evacuación recupera vigor después de caer durante varios meses, especialmente en áreas tradicionalmente conservadoras como el sur y el medio oeste y entre los jóvenes, los pobres y las minorías étnicas.

Pero en un país donde tanto las máscaras como las vacunas se han politizado, Biden también pidió a las autoridades locales que no impidan a las empresas y las escuelas ordenar el uso de mascarillas.

“Si no van a ayudar por lo menos salgan del camino de quienes tratan de hacer lo correcto”, dijo Biden.

Disney, Google, Facebook

Biden destacó los recientes mandatos de vacunación impuestos por empresas estadounidenses y la tendencia al alza de las tasas de vacunación, especialmente en áreas de alta transmisión del virus.

Gigantes del entretenimiento y la tecnología como Disney, Google y Facebook han dicho que obligarán a su personal a vacunarse.

Nueva York anunció el martes que requerirá una prueba de vacunación para quienes asistan a lugares cerrados como restaurantes, gimnasios y espectáculos, lo que la convierte en la primera ciudad importante de Estados Unidos en introducir un pase de vacunación.

El nivel de aprobación de la gestión de Biden había caído recientemente en las encuestas pero se mantiene por encima de 50 %.

Ahora procura retomar la iniciativa luego de una semana en la que la principal autoridad sanitaria de la nación cambió el rumbo y recomendó que los vacunados vuelvan a usar mascarillas en lugares cerrados en áreas de alta transmisión de COVID.

Presionadas por el ala izquierda del partido demócrata, las autoridades sanitarias de Estados Unidos decretaron el martes una nueva moratoria que prohíbe los desahucios hasta el 3 de octubre por los riesgos que generan para la salud pública en plena pandemia de COVID-19.

“La emergencia de la variante delta aceleró el ritmo de contagios en Estados Unidos, poniendo a más ciudadanos en peligro, sobre todo si no están vacunados”, escribió la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.

“Esta moratoria era necesaria para que la gente se quede en casa y no en lugares concurridos donde el COVID-19 se propaga”, explicó.

AFP

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