Sobreviviente del Holocausto alerta por “duplicidad” entre pasado y presente

Sobreviviente del Holocausto, el octogenario Victor Raab ve una “duplicidad” entre lo que pretendió Adolf Hitler y lo que hizo “nuestro último presidente” (Donald Trump) y para que “no se olvide la historia”, según dijo a Efe, accedió a dar su testimonio en un documental que se estrenará en Miami.

“Esto nunca debería suceder de nuevo, nunca debemos olvidarlo”, dijo Raab, nacido en Viena (Austria) el 14 de julio de 1923, durante una charla ofrecida en el lujoso Palace Coral Gables, una casa de retiro para la tercera edad en el sur de Florida (EEUU), donde vive.

Ahí es donde precisamente se estrenará el documental “I Am Victor Raab” el próximo 8 de abril, en coincidencia con el Yom HaShoah, el Día de la Remembranza del Holocausto.

Ese trabajo audiovisual, dirigido por Shay Cohen, hace un recorrido por la trayectoria de quien debió huir de su país solo a los 15 años, poco después de los ataques del Kristallnacht o la Noche de los Cristales Rotos, de la que fueron víctimas los comercios judíos el 9 y 10 de noviembre de 1938.

Más de 80 años después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Raab señala algunos paralelismos entre la Alemania nazi bajo el hechizo de Adolf Hitler y Estados Unidos durante la Administración de Donald Trump.

“Estaba muy preocupado, porque podía ver una duplicidad entre cosas que hacía nuestro último presidente y Hitler. Hitler estaba tratando de cambiar el Gobierno y lo hizo”, señaló a Efe.

“No pasó como en Alemania, pero creo que estuvimos cerca”, añadió, para luego recordar la invasión al Capitolio del pasado 6 de enero por seguidores de Trump, en momentos en que en la sede legislativa se iba a certificar la victoria del actual presidente, el demócrata Joe Biden.

No obstante, Raab saca a colación los más de 74 millones de votos que Trump obtuvo en las pasadas elecciones de 2020, un récord para el Partido Republicano y que dice mucho de su influencia en esa agrupación a pesar de su “peligroso discurso”.

Precisamente, el miércoles 31 de marzo, la Liga Anti-Difamación difundió los resultados de una encuesta anual que refleja que en los últimos cinco años el 63 % de judíos estadounidenses ha “experimentado o escuchado comentarios antisemitas, difamaciones o amenazas dirigidas a otros”, un aumento respecto a estudios anteriores.

En la lista de kindertransport

Tras la funesta noche contra los negocios judíos, ocurrida poco después de la anexión de Austria a la Alemania nazi, Raab fue echado de su escuela integrada, compuesta por judíos y no judíos, y enviado a un centro educativo especial y más lejano a su residencia, bajo la advertencia de su padre de que no respondiera a las provocaciones.

“Tuve miedo”, reconoció sobre esos meses previos a su huida.

Ante la convulsión que vivía el continente europeo durante la expansión del régimen nazi, los padres de Raab lo inscribieron en el programa Kindertransport del Gobierno británico, por medio del cual unos 10.000 niños judíos en los territorios ocupados por los nazis pudieron escapar y ser albergados de forma temporal en Gran Bretaña.

De esta forma, el joven Raab llegó a Londres, para luego ir Belfast (Irlanda del Norte), donde trabajó en una fábrica, y finalmente, en 1939, cuando empezaba el conflicto bélico, recalar en Chicago (EEUU), donde se instaló, se reuniría luego con los otros miembros de su familia y finalmente hizo su vida.

“Cuando estaba en Estados Unidos y la guerra estaba en pleno, con todos los campos de concentración, me di cuenta de lo afortunado que había sido”, dice en una entrevista en la que por momentos los ojos se le pusieron vidriosos.

“Es la historia de mi vida, porque he sido muy afortunado en toda mi vida”, reconoció.

Intérprete de prisioneros nazi

Raab fue reclutado para trabajar con Counter Intelligence Corp, la agencia de inteligencia del Ejercito de Estados Unidos durante los años de la Segunda Guerra Mundial y luego durante la Guerra Fría, y para la que fue traductor de prisioneros alemanes, una experiencia que le dio “una introducción totalmente diferente a la guerra”, dijo.

Posteriormente, se desempeñó en la rama de los seguros, conoció a la que fue su esposa, irónicamente una alemana con la que encontró un vínculo a través del idioma, pero de la que luego se divorciaría tras tener con ella dos hijas que ahora lo visitan en la exclusiva casa de retiro en la que reside.

A estas alturas de su vida, espera que quienes puedan escuchar su testimonio sientan que “puedes sobrevivir a casi todo” si la suerte te acompaña. “Creo que un 90 % es tener la suerte de estar en el lugar y tiempo correcto”, agregó.

A la pregunta de cuál es la clave para una vida larga, responde que el optimismo, que en su caso fue el ancla en muchas de las situaciones que pasó. “El optimismo a la larga te hace feliz”, zanjó.

EFE

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