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Para latinos en EEUU, el COVID-19 pesa en el Día de Muertos

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Para latinos en EEUU, el COVID-19 pesa en el Día de Muertos
Sebastian Diaz Aguirre coloca incienso en un altar por el Día de Muertos dedicado a su padre en su apartamento en el distrito de Brooklyn en Nueva York, el miércoles 28 de octubre de 2020. El padre de Diaz Aguirre falleció el mes pasado en un asilo en México. (AP)

Matilde Gómez quiere que su madre, Gume, sepa lo mucho que aprecia su cariño y sacrificio. Así que pondrá sus sentimientos en una carta.

Sólo que Gume Salazar nunca la leerá.

En lugar de eso, la carta estará sobre una mesa en la vivienda de Gómez en Arizona, como parte de una ofrenda dedicada a su madre, quien falleció de COVID-19. Estará acompañada por flores y por una blusa de Salazar durante la festividad del Día de Muertos, a la cual Salazar no solía dar mayor importancia.

“Creo que estaría de acuerdo con eso”, comentó Gómez. “Vería esto como una forma para que yo sane”.

El Día de Muertos es una tradición mexicana que se celebra todos los años el 1 y 2 de noviembre, en la que se recuerda a los seres queridos que han fallecido, con altares coloridos. Sin duda será más difícil este año para las familias latinas en Estados Unidos que se han visto afectadas por el coronavirus. Algunas perdieron a más de un familiar, lo que pone de manifiesto el impacto desproporcionado de la pandemia en las comunidades de minorías étnicas del país. Además de la tristeza que viven, la gente no puede reunirse por la festividad debido a los riesgos para la salud.

La madre y el tío de Gómez fallecieron a causa del virus con un mes de diferencia a mediados de año. No tenían enfermedades preexistentes. Gómez sólo habló con su madre por teléfono una vez antes de que falleciera en un hospital de California. Además de eso, Gómez, de 41 años, fue diagnosticada con cáncer de mama hace unas semanas. Decidió no programar la cirugía sino hasta después del Día de Muertos debido a que quería recordar a su madre apropiadamente.

“Quiero celebrar su memoria en mi hogar con el Día de Muertos”, dijo Gómez, quien vive en el suburbio de El Mirage en Phoenix. “Nunca la voy a olvidar”.

La celebración del Día de Muertos por lo general gira en torno a una ofrenda que se coloca en el hogar o en la tumba del difunto, la cual contiene fotografías del difunto, sus pertenencias importantes e incluso sus bebidas o alimentos favoritos. A menudo están adornadas con flores de cempasúchil, las cuales según la tradición atraen las almas de los muertos.

Usualmente, la festividad se celebraría con procesiones en ciudades con grandes comunidades latinas, y la gente comería, cantaría y compartiría sus recuerdos de los fallecidos. El COVID-19 ha arruinado esos planes, pero no ha evitado que la gente coloque ofrendas en interiores y exteriores.

Las artistas chicanas Ofelia y Rosanna Esparza, madre e hija, han supervisado desde 2013 el diseño de un altar en Grand Park, en el centro de Los Ángeles. Es uno de los 11 altares exhibidos como parte de una colaboración entre el parque del condado y Self Help Graphics, una organización que destaca a los artistas latinos y la justicia social. Ofelia, de 88 años, es creadora de altares, y ambas fueron asesoras culturales de “Coco”, una película de Disney-Pixar que gira en torno al Día de Muertos.

Crearon una ofrenda de 7 por 4 metros (24 por 14 pies) con fotos aportadas por la comunidad, velas, veladoras y flores de papel. Además de la tristeza resultante por la pandemia, las Esparza creen que los latinos son a los que más les interesa observar el Día de Muertos.

“Debido a la cuarentena y al COVID, hay mayor consciencia hacia las pérdidas que están ocurriendo no sólo en nuestra ciudad, sino en todo el mundo”, afirmó Rosanna Esparza, cuyo primo murió presumiblemente por el nuevo coronavirus, mientras que otros cuatro de sus familiares se recuperaron de COVID-19. “Me parece que hay mayor consciencia y mayor sentido de veneración de la vida”.

Sebastián Díaz Aguirre puso en su apartamento de Brooklyn una ofrenda que incluyó pan dulce mexicano, café y un poco de tequila. Este altar le consuela por la pérdida de su padre. El señor no falleció de COVID-19, aunque Aguirre cree que el aislamiento aceleró su deterioro al estar viviendo en un asilo.

“Me doy cuenta este año en una forma muy especial cuán importante son para mí mis raíces mexicanas y esta tradición”, afirmó Aguirre. “Siento una conexión con mi padre”.

De los más de 6,8 millones de casos de COVID-19 registrados a la fecha por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, alrededor de la mitad están registrados como minorías. De éstas, 990.000 son personas hispanas. Y los hispanos constituyen el porcentaje más alto de muertes confirmadas en niños de entre 5 y 17 años y entre adultos de 40 a 49 años.

Más personas de minorías étnicas son trabajadores esenciales y viven en familias integradas por varias generaciones, lo cual podría contribuir a tasas más altas de contagio y muerte, según los expertos.

Una artista chicana, Consuelo Flores, incluida en la muestra de Self Help Graphics, creó un altar con fotografías que encontró buscando “víctimas negras o latinas del COVID”.

“Es comprender que las personas que han fallecido al servir a la comunidad y garantizar el bienestar de todos... se parecen a mí, a mi familia”, dijo Flores. “Cuenta el gran desequilibrio en nuestra sociedad”.

En México, las autoridades han cerrado la mayoría de los panteones para impedir las congregaciones familiares. La mayoría de los cementerios y funerarias en Estados Unidos no han cerrado, pero cancelaron eventos concurridos. Algunas funerarias, como Perches Funeral Homes, en El Paso, Texas, invitaron a las personas a que suban fotos para un altar en Facebook.

El director general Salvador Perches dijo que, por el aumento de casos en El Paso y la vecina Ciudad Juárez, en México, ha sido difícil que se reúnan las familias que han perdido a alguien.

“La gente no puede homenajear a sus seres queridos, tenemos suprimido el luto”, dijo Perches. “Como en el Día de la Madre y el Día del Padre este año, esto es cuando la gente va a visitar a sus seres queridos”.

En última instancia, para algunos la pompa no es lo importante. Basta una ofrenda sencilla en casa porque es el puente entre los vivos y los muertos, dijo Ofelia Esparza. Debe recordarle a la gente enfocarse en cómo fueron en vida sus seres queridos.

“Cuando los honras, no hablas de cómo murieron”, dijo. “Quieres recordarlos por cómo los amabas y cómo te amaban”.

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